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Destinos | una aventura asegurada

Cuatro Parques Nacionales imperdibles para visitar en Brasil

Son fascinantes por su exuberancia y su valor para la biodiversidad global. Pero además los parques nacionales ofrecen aventuras, vistas inolvidables, saltos de agua y avistaje de fauna, flora y geología únicas para quienes quieren tomarse vacaciones antes del verano.  

22.08.2018 16:01 |  America So Soul Conteudos | 

Parque Nacional Chapada dos Veadeiros (Goiás)
Creado en 1961, el Parque Nacional de la Chapada dos Veadeiros, en Alto Paraíso de Goiás, protege una porción del cerrado brasileño. Sus casi 66 mil hectáreas albergan hermosas cascadas, piletas naturales y formaciones rocosas de más de mil millones de años.
Según una investigación de la NASA, es uno de los puntos de mayor luminosidad visto desde la órbita de la Tierra, debido a los cristales de cuarzo. Alto Paraíso de Goiás, a unos 240 km de Brasilia, es la mayor ciudad de la región de la Chapada dos Veadeiros. Considerada por los místicos como el corazón magnético de Brasil, es el santuario del esoterismo. Atravesado por el paralelo 14 (al igual que Machu Picchu, en Perú), Alto Paraíso también es el centro de historias fantásticas sobre platos voladores y extraterrestres.
En 2001, por su riqueza mineral, biodiversidad y recursos hídricos fue declarado Patrimonio Natural por la Unesco. Visitar sus hermosas cascadas –como la del Plata y la de Santa Bárbara- es una opción ineludible. La caminata por sus senderos, en medio de una vegetación agreste, es una aventura a medida: ofrecen distintos grados de dificultad y varían entre 230 metros y los 23 kilómetros.
La presencia permanente de aves multicolores es una de los atractivos visuales más destacables de la Chapada. Pericos, tucanes y guacamayas azules, entre otras, comparten el espacio con el armadillo, los venados y los jaguares. La flora es diversa y cambiante según la estación del año.
Cómo llegar: La mejor forma de llegar desde Buenos Aires es en avión hasta Brasilia y luego en micro hasta Alto Paraíso de Goiás, un viaje de aproximadamente tres horas y media. Al llegar allí hay transporte hasta São Jorge, puerta de entrada para visitar el parque, para el cual es recomendable buscar guías en las posadas de la zona.
Mapa Interactivo:
http://mapas.icmbio.gov.br/i3geo/icmbio/mapa/externo/home.html?8bbjsfuu3k3ok6cp2g2g3ejmo3

Parque Nacional da Chapada Diamantina (Bahía)
El Parque Nacional de Chapada Diamantina, en pleno corazón del Estado de Bahía, es uno de los más hermosos parques nacionales de Brasil. Inaugurado en 1985, posee una superficie de 152.000 hectáreas y abarca los municipios de Lençóis, Iraquara, Palmeiras, Mucugê, Ibicoara, Andaraí y Morro do Chapéu. Contiene tres biomas brasileños: mata atlántica, cerrado y caatinga.
Su relieve es accidentado y su vegetación muy diversa: especies típicas del bosque atlántico comparten espacio con las plantas rastreras del cerrado y el bosque seco. Alberga una fauna riquísima, hábitat de jaguares, ocelotes y ciervos. Es una excelente opción para caminatas, montain bike, chapuzones en alguna de sus 33 cascadas, escalada y canotaje.
Por su formación, en el parque se despliegan importantes cavernas y cuevas, como Torrinha y Pratinha, cuyos senderos subterráneos son dos de los más grandes del país. Por otra parte, vale la pena animarse a las escaladas en los lechos rocosos, con cadenas montañosas que alcanzan los 1700 metros de altura.
La principal de las tres mayores atracciones de este parque es la Cachoeira da Fumaça, la segunda más alta de Brasil, con 380 metros. La otra es el Pozo Encantado, en la ciudad de Itaité, cuya pileta natural tiene un impresionante color azul. Y la tercera es el Morro do Pai Inácio, con un camino de 400 metros hasta su cima de 1150 metros sobre el nivel del mar, desde donde pueden verse las regiones de Sincorá, Bacia y Chapadinha.
Cómo llegar: Desde Buenos Aires y otras ciudades argentinas hay vuelos a Salvador de Bahía; desde allí, tomar un vuelo a Lençois (45 minutos). También hay micros diarios con un tiempo de viaje aproximado de siete horas.
Mapa Interactivo:
http://mapas.icmbio.gov.br/i3geo/icmbio/mapa/externo/home.html?rv6mi3k800l2263sdu9jv0dhj1

Parque Nacional de Tijuca (Río de Janeiro)

La reserva natural de Tijuca permite descubrir el interior de los grandes morros cariocas, desde donde se alcanzan espectaculares vistas de una de las ciudades más admiradas del mundo. Uno de los grandes paseos para los que visitan Río durante todo el año es conocer el parque y divisar el paisaje cautivante de lagunas, playas y cerros.
El Parque Nacional de Tijuca es uno de los puntales del turismo ecológico del sureste de Brasil y preserva la biodiversidad de la mata atlántica. Lo que le da el carácter peculiar a la zona son las irregulares elevaciones de la ciudad de Río de Janeiro, formadas por rocas cristalinas, en general graníticas y de antiquísimo origen.
Uno de sus grandes atractivos son la estatua del Cristo Redentor y el espectacular Mirador del Corcovado. Hasta allí se puede subir en tren desde la Estación de Cosme Velho. Los sectores de Pedra Bonita y Piedra de Gávea ofrecen accesos por Barra da Tijuca (Estrada Sorimã) y São Conrado (Estrada das Canoas), esta última ideal para los aficionados al vuelo libre y montañismo en general.
Otro de los paseos imperdibles comienza en la calle Pacheco León en dirección a la deslumbrante Vista China y la Mesa del Emperador, adonde se puede llegar en auto, taxi o bicicleta. Para subir caminando, el visitante debe tomar un autobús de la línea 409 y bajarse en el punto final (Horto), siguiendo por la ruta hasta entrar en el Parque Nacional de Tijuca. El trecho entre el punto final hasta las cascadas del Rompery Box (o Monos) insume poco más de dos kilómetros.
Cómo llegar: Desde Buenos Aires y otras ciudades argentinas hay vuelos directos a Río de Janeiro. Sus muchas vías de acceso le permiten visitarlo a pie, en bicicleta, motocicleta, auto y micro; también en tren. Para quienes tengan más presupuesto es posible alquilar un vuelo panorámico en helicóptero desde el Mirante Doña Marta, en la zona sur.
Mapa interactivo:
http://mapas.icmbio.gov.br/i3geo/icmbio/mapa/externo/home.html?97nnnfc13ngg0p2kf2d041eij4

Parque Nacional Serra da Bocaina (Sao Paulo)
El Parque da Serra da Bocaina preserva paisajes de montañas y playas de los estados brasileños Río de Janeiro y Sao Paulo. Es un área de preservación natural de biodiversidad, con desarrollo de una propuesta ecoturística cada vez más completa para sus visitantes.
Hay dos itinerarios básicos: por un lado está la Sierra, también llamada "parte alta", con una serie de cautivantes cascadas, picos y miradores. El acceso es por San José del Barreiro, a 273 km de la ciudad de Sao Paulo, donde también pueden visitarse haciendas históricas; el segundo corresponde al litoral cuyas cristalinas playas están enmarcadas por el verde de la mata atlántica. Se puede acceder por Paraty, en el estado de Río, una ciudad que goza de grandes ventajas logísticas y que permite ingresar al único tramo de la reserva que cuenta con atractivos marinos.
En la zona de Trinidade, hay una piscina natural rodeada de vegetación nativa y dos de las más bellas playas de Paraty: la Playa del Cavaço y la Playa del Medio, ambas con aguas azul-verdosas ineludibles. Las playas se convierten en refugio de descanso y tranquilidad, desde donde se puede avistar una gran piedra llamada Cabeza del Indio, que marca la división entre los estados de Río y Sao Paulo.
Otro de los paseos clásicos de este parque es el de la Cascada Pontal, un trayecto rodeado por caídas de agua y la famosa “Piedra que traga”: una especie de tobogán natural, formado en medio de la piedra, donde los bañistas pueden lanzarse hacia la aventura y caer en un exquisito pozo cristalino.
Cómo llegar: Hay vuelos directos a Sao Paulo y Río de Janeiro. Para llegar desde Sao Paulo están los micros hasta San José del Barreiro; desde Río hasta Paraty se puede llegar en micro en un viaje que promedia unas cinco horas.
Mapa interactivo:
http://mapas.icmbio.gov.br/i3geo/icmbio/mapa/externo/home.html?kckdhrf4h0p6ld0vpp8blee1c2

Recomendaciones generales: Si bien están abiertos durante todo el año, el mejor período para visitar los parques es entre abril y septiembre, en plena temporada seca. Como mínimo, el visitante debe estar vacunado contra la fiebre amarilla diez días antes de su viaje. El tiempo promedio de visita diaria de cada parque no debería sobrepasar las seis horas. Se recomienda estar bajo la tutela de un guía y respetar las normas de cada establecimiento, determinadas por autoridades federales y locales.