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Atlantis Paradise Island tuvo una exitosa participación en la FIT

Con un escritorio en el stand de Bahamas, se atendió al público en general, operadores turísticos, agentes de viaje y a la prensa; quienes se llevaron material, realizaron consultas y entrevistaron a las autoridades.

03.11.2017 16:44 | 

Juliana Batista, Manager de ventas en Latinoamérica de Atlantis, dio el presente junto a Alberto Mustafá, Director de MCW Argentina y representante de Atlantis en el país.

También los acompañó Lucía Mustafá, Directora de Marketing de MCW Argentina, y Gastón Arizaga. 


+ infohttp://www.atlantisbahamas.com
 Representante en Argentina:
 www.mcwargentina.com


Sobre Atlantis Paradise Island Bahamas - Un poco de historia

En 1994, Sol Kerzner adquirió la alicaída organización Resorts International que pertenecía al magnate del entretenimiento Merv Griffin. Los mejores días de este otrora popular sitio de recreación del jet-set internacional localizado en Paradise Island ya habían pasado, pero desde el principio Kerzner apreció su potencial. Impresionado por la belleza del lugar, en una exuberante isla tropical con una prístina playa de arena blanca de 3,2 kilómetros, Kerzner prometió construir el complejo turístico más fascinante y asombroso que el mundo jamás hubiera visto, un lugar donde los sueños se hicieran realidad y todos aquéllos que lo experimentarán quedarán hechizados con su mítico encanto… y disfrutarán de todo un mundo de diversión durante el proceso.
Para ese entonces, el turismo, el sector más grande de la economía de Las Bahamas, había estado decayendo, los índices de desempleo alcanzaban dos dígitos y la infraestructura turística del país se había estado deteriorando con el paso de los años. Pero todo eso cambiaría rápidamente, porque en un lapso de ocho meses Kerzner había transformado casi toda la isla en un paraíso tropical.
De 1994 a 1998, Sol Kerzner erigió la mítica ciudad de Atlantis partiendo de cero, desde el lecho marino hasta los cielos. Más de USD 800 millones se invirtieron para hacer realidad el mito y la leyenda de la ciudad pérdida de Atlantis. El alcance y la dimensión originales del proyecto eran asombrosos: el ambiente marino al aire libre más grande del mundo con 11 millones de galones, que albergara a 50.000 criaturas marinas representativas de 200 especies; nuevas lagunas e incontables cascadas; un espectacular complejo de toboganes de agua en forma de templo maya; 6 áreas para nadar y una Marina de USD 15 millones, que constituyera en sí una maravilla de la ingeniería y atrajera a la elite internacional de los mega yates.
En 1998 abrió sus puertas el Royal Towers con sus 1.200 habitaciones, un imponente logro arquitectónico de arcos, cúpulas y capiteles, flanqueado por altísimas torres que parecen haber emergido del mar, basadas en el mito que las inspiró. Millones de dólares se gastaron para encargar obras de arte con calidad de museo a reconocidos artistas de Europa, África, Las Bahamas y los Estados Unidos. El casino más grande del Caribe se construyó en el Royal Towers, y contiene millones de dólares en obras de arte. Las más notables de las cuales son el Templo de la luna y el Templo del sol, creadas por el escultor de vidrio Dale Chihuly y aseguradas en USD 1 millón cada una. En su inauguración, el casino también ofreció una novedad en la industria de juegos: una pared de ventanas, que ilumina el recinto y lo integra a los espacios exteriores.
Tras una década de éxito, Atlantis, Paradise Island continuó creciendo cuando Kerzner International emprendió una tercera fase de desarrollo con expansión del complejo turístico a un costo aproximado de USD 1 mil millones en 2007. Para complementar las 2.317 habitaciones existentes y el hábitat marino al aire libre más grande del mundo que ofrece Atlantis, la tercera fase de expansión incluye: The Cove Atlantis, un lujoso complejo de 600 habitaciones dentro del complejo; The Reef Atlantis, un hotel condominio de 497 unidades; Dolphin Cay, un hábitat de delfines y centro de enseñanza de 5,7 hectáreas; una adición de 25,5 hectáreas al paisaje acuático, que ahora se llama Aquaventure para un total de 140 hectáreas; Aura, un club nocturno de los mismos operadores de Hakkasan Group; aproximadamente 100.000 pies cuadrados adicionales destinados a nuevas instalaciones de conferencia y un espacio interior y exterior de más de 500.000 en total para crear el área de conferencias más grande del Caribe; y el distintivo Mandara Spa de 30.000 pies cuadrados.